Lo mismo que es imposible una rectitud perfecta tampoco es posible una circunferencia perfecta. Todo tiende a la perfección universal, o llámese orden universal porque aunque ese orden universal es imperfecto porque no existe nada perfecto, es perfecto como orden que es y como orden que obliga a que todo tienda a ser como ese orden.
El espacio recto no existe, lo que existe es una inevitable mínima curvatura de la rectitud espacial, tanto de la expansión universal como de la gravedad de cualquier cuerpo celeste; ya que es imposible que pueda existir una rectitud perfectamente recta, siempre surge una tendencia progresiva hacia un lado que obliga a que la rectitud se curve mínimamente; curvatura que se hace más curva y detectable cuanto mayor sea el espacio abarcado por esa rectitud. Así que lo del espacio recto no es una exacta realidad. Más bien, la realidad es que el espacio es casi rectilíneo, rectitud que no puede evitar esa mínima tendencia a la curvatura, que se manifestará más a medida que progresivamente la rectitud espacial abarque mayor espacio.
La rectitud no puede ser exactamente recta porque todo tiende a ser como es el orden universal, y el orden universal tiende a crecer y expandirse esféricamente, de una forma rotatoria, porque así surgió y porque la nada que rodea al universo le obliga a concentrarse esféricamente rotando sobre sí mismo.
El espacio recto no existe, lo que existe es una inevitable mínima curvatura de la rectitud espacial, tanto de la expansión universal como de la gravedad de cualquier cuerpo celeste; ya que es imposible que pueda existir una rectitud perfectamente recta, siempre surge una tendencia progresiva hacia un lado que obliga a que la rectitud se curve mínimamente; curvatura que se hace más curva y detectable cuanto mayor sea el espacio abarcado por esa rectitud. Así que lo del espacio recto no es una exacta realidad. Más bien, la realidad es que el espacio es casi rectilíneo, rectitud que no puede evitar esa mínima tendencia a la curvatura, que se manifestará más a medida que progresivamente la rectitud espacial abarque mayor espacio.
La rectitud no puede ser exactamente recta porque todo tiende a ser como es el orden universal, y el orden universal tiende a crecer y expandirse esféricamente, de una forma rotatoria, porque así surgió y porque la nada que rodea al universo le obliga a concentrarse esféricamente rotando sobre sí mismo.
La gravedad, de cualquier cuerpo celeste, atrae a la
existencia que le pertenezca gravitatoriamente, con casi perfecta rectitud, hacia
su mismísimo centro rotatorio. Ya que la perfección es una imposibilidad, por
tanto la perfección de una rectitud no existe. Y además, la rotación esférica
de cualquier cuerpo gravitatorio induce mínimamente a que la rectitud no sea
perfectamente recta. El universo se expande rectilíneamente ya que no existe
otra forma de expandirse; pero como la perfecta rectitud es una imposibilidad,
inevitablemente la expansión universal estará obligada a inclinarse
progresivamente hacia un lado, el más proclive. Eso hace que el universo tienda
mínimamente a la curvatura, tendencia que se manifestará más cuanto mayor y más
lejano sea el espacio abarcado.
En nuestro planeta no se hace detectable esa mínima curvatura
porque es muy pequeña la inclinación de la rectitud impuesta por la gravedad de
nuestro planeta; y además no existen los medios tecnológicos adecuados para
poder detectarla porque es muy pequeña esa mínima curvatura. Y es que nuestro
planeta abarca relativamente poco espacio para que esa imperceptible curvatura
sea mayor. Tal vez, para que se haga mínimamente detectable la curvatura
gravitatoria de cualquier astro, utilizándose los medios científicos actuales; esos
astros tendrían que ser enormes, estar a la suficiente distancia de nosotros y
poseer una gran gravedad que le obliguen a que la tendencia a la curvatura sea
mayor.
La expansión universal
también es una gravedad, ya que tiene el poder de atraer expansivamente a
toda la existencia del universo, atracción que se efectúa con casi perfecta
rectitud; ya que cómo se puede expandirse o atraerse algo sino es en línea
recta. Supongo que esas atracciones expansivas universales no influyan en las
gravedades propias que disponga cada cuerpo celeste. Entonces, en el espacio
exterior, en las fronteras gravitatorias entre la gravedad expansiva universal
y las otras gravedades propias que posea cada cuerpo celeste, existirá un
contraste entre el contraste de la gravedad expansiva del universo y la de esos
astros gravitatorios. Contraste que muchos pensarán que será pasar de un
espacio de tres dimensiones a un espacio curvo con otras dimensiones distintas.
Y no es así, se pasa de un espacio de tres dimensiones a otro espacio de tres
dimensiones, con las mismas dimensiones rectilíneas, pero a diferentes
velocidades de atracciones gravitatorias.
La gravedad induce a que en cualquier cuerpo celeste
gravitatorio exista una dimensión casi perfectamente recta hacia abajo, o sea
hacia el mismo centro de la gravedad. En el caso de la expansión universal, la
dirección de su atracción se representaría como si fuese una dirección hacia
abajo. Gracias a esa dimensión casi perfectamente recta que crea cualquier tipo
de atracción espacial, o llámese gravedad, atracción de arriba hacia abajo, se
posibilitarían las otras dos dimensiones también casi perfectamente rectas, una
de derecha a izquierda y otra hacia adelante y hacia atrás, lo cual posibilitaría que existan infinidades de
rectitudes en todas las direcciones posibles, ya que así lo posibilita el orden
impuesto por la propia gravedad. Y de esa manera se completarían las tres
dimensiones conocidas.
Es decir, la atracción de la existencia por la gravedad, se
efectuaría en todas las direcciones rectilíneas posibles hacia el mismo centro
de la gravedad; y lo mismo pasaría con todo lo que atrae la expansión universal
porque la expansión universal actúa como si fuese una gravedad. La única
diferencia, como ya he dicho antes, sería en la velocidad de atracción, que
sería mucho mayor en la gravedad expansiva. El del cambio de velocidad, y no
otro, sería el contraste que experimentaría un cuerpo al pasar de una gravedad
a otra.
O sea, que la expansión universal es también una atracción
gravitatoria, seguramente impulsada por un centro de gravedad universal. Eso
posibilitaría que a medida que nuestro Sistema Solar se va acercando al centro
gravitatorio universal, nuestro Sistema Solar adquiriese cada vez mayor
velocidad; y aún mayores velocidades adquirirían las estrellas que estén aún
más cerca del centro gravitatorio universal. Las cuales, por estar más cerca que
nuestro Sol, de ese centro expansivo, se alejarían progresivamente de nuestro
Sistema Solar. Y por eso mismo nuestra estrella también se alejará más de las
estrellas más alejadas que la nuestra del centro de gravedad universal. Entonces,
según eso, es inevitable que todas las estrellas entre sí se alejen unas de
otras; y eso es lo que parece suceder en el universo. Según todo esto, podría
ser, que el universo sea una especie de agujero negro sin fin, que atraería sin
fin al universo hacia su centro de gravedad universal.
¿Cómo se relacionan las tres dimensiones entre sí?: Toda
la existencia inducida por cualquier gravedad es atraída, con sus respectivas
atracciones, a una misma velocidad, a un mismo tiempo, con un mismo orden, con
una misma sincronía dinámica y con una misma rectitud hacia el mismo centro
gravitatorio. Lo cual obliga a que toda la existencia atraída por la gravedad se
mantenga enlazada y relacionada entre sí, con un mismo orden.
Sean del tipo de materias que sean; sean de diferentes
pesos y dimensiones; estén lo alejadas que estén entre sí y estén a la altura
que estén de la gravedad. Siempre que dichas materias pertenezcan a una misma
gravedad, caigan a un mismo tiempo y a una misma altura, y no las frenen
ninguna resistencia, caerán en el mismo tiempo, a la misma velocidad, con el
mismo orden, con la misma sincronía dinámica y con la mima rectitud hacia el mismo
punto central de la gravedad. Pero sin embargo, a medida que se acerquen al
centro de gravedad aumentarán sus respectivas velocidades; pero manteniendo iguales,
de manera sincronizada, sus velocidades, sus semejantes tiempos, sus semejantes
sincronías dinámicas y sus semejantes rectitudes hacia el mismo centro de
gravedad. Pero además, gracias a la gravedad, mantendrán sus paralelismos mutuos, o sea sus
exactas rectitudes hacia todos los lados posibles. Así que de esa manera la gravedad
actuará creando las tres dimensiones en toda la existencia inducida por la
gravedad; ya que también la existencia acumulada dentro y fuera de la esfera
gravitatoria experimentará las mismas atracciones gravitatorias; por tanto,
también poseerán las mismas dimensiones. Eso quiere decir que es la gravedad la
que crea las dimensiones, y estas sólo pueden ser dimensiones rectilíneas; y
únicamente pueden ser tres.
No me digan que la gravedad no impone un orden
sincronizado a la existencia; orden en la velocidad, en el tiempo, en el
dinamismo, en la rectitud y en la dimensión de la materia. No me digan que la
gravedad, gracias a sus atracciones, no es la creadora de las tres dimensiones;
que a la vez son dimensiones universales ya que la expansión universal también
es gravedad, puesto que atrae a todo el universo de forma rectilínea hacia los
mismos lugares expansivos.
La existencia al ser atraída por la gravedad adquiere la
calidad de materia, ya que la gravedad la mantiene unida y ordenada;
originándose por ello las dimensiones representadas por las líneas rectas hacia
todos los lados posibles; aunque todos los infinidades de lados posibles no se
admiten como dimensiones individuales, ya que sólo se admiten como dimensiones las
tres dimensiones conocidas que representan a todas las rectitudes.
Toda la existencia, gracias a la atracción de la
gravedad, está enlazada de manera sincronizada mediante rectitudes perfectamente
ordenadas; rectitudes representadas por las tres dimensiones conocidas. Además,
no sólo la existencia al caer está inducida a poseer las tres dimensiones, sino
también la existencia que está pegada al cuerpo rotatorio esférico inductor de
la gravedad. Toda la existencia material interna de cualquier astro
gravitatorio, se mantendrá como materia, gracias a sus correspondientes tres
dimensiones, posibilitadas por el orden de la atracción rectilínea impuesto por
la gravedad.
Si la existencia no fuese atraída por ninguna clase de
gravedad; dicha existencia estaría desordenada, no podría formarse como
materia. Ya que la materia para ser materia necesita que un orden gravitatorio
le induzca un inducción, un orden, una sincronía, un dinamismo, un tiempo y las
dimensiones rectilíneas necesarias para poder formar materia.
En un espacio totalmente curvo de dimensiones curvas no podrían
existir las rectas. Sin embargo en un espacio de dimensiones totalmente rectilíneas
sí que podrían existir las curvas; ya que las curvas no son curvas perfectas, sino
prolongaciones desviadas de las rectas. Pero es que no pueden existir espacios totalmente
curvos, puesto que todos los espacios universales están inducidos por las
rectitudes de las atracciones expansivas y por las correspondientes gravedades
rectilíneas de los cuerpos celestes que poseen gravedad. Y aunque el universo
se expandiese de forma curva, esa atracción expansiva curvilínea no sería
exactamente una curva, sino una recta curvándose.
Las tres dimensiones conocidas son dimensiones
universales, no existen más dimensiones, ni otros tipos de dimensiones; ya que
todo lo que existe en el universo está compuesto de las mismas clases de
existencias, las cuales se tendrían que modificar para poder crear otras
dimensiones distintas, y eso supondría transformar el universo entero. Y como
comprenderán eso es una imposibilidad; el universo tiene sólo una clase de
existencia y una clase de expansión, por tanto el universo sólo tiene tres
dimensiones, las que les posibilitan las gravedades universales.
El hecho de que la Tierra tenga su propia gravedad que le
posibilite sus propias dimensiones; y que cada planeta tenga sus propias
gravedades con sus propias dimensiones y que el universo tenga su propia
gravedad con sus propias dimensiones, no significa que las dimensiones sean
distintas unas de otras. Todas las dimensiones son las mismas dimensiones; ya
que todas las gravedades actúan de la misma manera, atraen hacia sí; lo que
cambia son las velocidades. Unas gravedades, según sus rotaciones o
dimensiones, podrán atraer a mayores o menores velocidades; pero las
dimensiones serán las mismas, ya que todo se atraerá sincronizada y ordenadamente
a la misma velocidad, tiempo, dinamismo y rectitud hacia su correspondiente centro
de gravedad.
Autor: Salvador Sánchez
Melgar
Http://www.articulosnuevos.blogspot.com
http://www.ideasnuevasweb.wordpress.com
http://www.ideasnuevasweb.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenidos a ideas e inventos nuevos