Es importante que sepan que una vez que lean este libro habrán descubierto algo muy importante para la humanidad. En pocos años, gracias a este libro y a la programación de los pensamientos artificiales que se exponen aquí, se podrán construir computadoras, máquinas, robots, lavadoras, neveras, cocinas, etc. con la capacidad de pensar y tener una inteligencia muy superior a la humana, y eso lo revolucionará todo.
La matemática universal obliga a que todo evolucione lo mejor posible y lo máximo posible, por tanto todo tiene que evolucionar así, y eso es lo que hace que absolutamente todo evolucione con esas tendencias. Eso hace que también el pensamiento evolucione con esas tendencias. El pensamiento y la inteligencia humana han evolucionado así con esa matemática evolutiva que obliga a que todo evolucione lo máximo posible y lo mejor posible. Como evolucionar es sumar el pensamiento y la inteligencia humana es una suma constante de información, suma con tendencia al orden porque evolucionar lo mejor y lo máximo posible es evolucionar con orden. Y esas mismas tendencias se las puede programar a un robot y así conseguir que pueda pensar como las personas. Lógicamente todo eso hay que prepararlo mediante programas adecuados. En este libro explicaré de manera resumida la forma de hacerlo, pero antes explicaré algo sobre la matemática universal y la evolución viviente puesto que todo está relacionado.
Las imágenes mentales son las que más nos permiten pensar
La vida como humanos físicos psíquicos evolutivos que somos nos exige de manera permanente a que memoricemos cada vez más y que la información que memoricemos sea utilizada con la mayor rapidez posible, esa es la tendencia universal de la matemática universal que obliga a que todo evolucione con esas tendencias. Todo en el Universo evolucionó alguna vez o continua evolucionando y lo que dejó de evolucionar es porque llegó a su nivel evolutivo máximo y ahora sufre un envejecimiento, transformación o involución más o menos lenta como es el caso de los metales.
El conjunto de nuestro físico tratará siempre de evolucionar al mismo par que nuestra parte psíquica porque somos una inseparable unión evolutiva física-psíquica; pero nuestro físico nunca podrá evolucionar tanto como nuestro psiquismo inmaterial ya que la evolución psíquica inmaterial se produce a través de la propia información y de una cada mayor acumulación de información y la información no ocupa lugar. Al contrario que el proceso físico viviente el cual se produce mediante adaptaciones sin límites pero con límites evolutivos puesto que una materia no puede evolucionar en infinidades de tipos de materias diferentes. Es decir que la materia se puede amoldar a infinidades de formas diferentes pero posee un límite material que le impide evolucionar en las multitudes de materias que existen. Toda materia llega a su máximo nivel evolutivo, a su escala evolutiva dentro del orden jerárquico matemático creado por la matemática universal. Por eso he dicho en otros libros que en el Universo sólo evoluciona la vida como evolución sin fin y es el único medio que el cosmos con su matemática a podido crear para poder proseguir la evolución sin fin a la que el Cosmos está destinado.
Como ya he dicho antes, y no importa repetirlo una vez más, el Cosmos siempre tratará de evolucionar lo mejor posible y lo máximo posible. Ninguna materia puede evolucionar más de lo que le permite su formación material, de lo que le permite su escala evolutiva dentro del orden o jerarquía matemática universal a la que pertenezca; pero la información si que puede evolucionar sin límites porque la información no ocupa lugar, la información es inmaterial es la propia matemática universal. El pensamiento está formado de información aunque necesariamente tenga que estar depositado en algo material para que este algo material pueda desenvolverse con un pensamiento.
Formas de pensar
El pensamiento humano consta de tres tipos de lenguajes unidos entre sí: el sensitivo, el producido a través de las imágenes y el producido por el lenguaje oral.
El programa sensitivo se produce a través de las sensaciones y fue el primer lenguaje humano y el que todo ser vivo posee y que le ayuda a vivir, a evolucionar y a mantenerse en la escala evolutiva que le corresponda conforme la especie viviente que sea.
Las infinidades de imágenes que memorizamos constantemente de lo que vivimos nos sirven para pensar junto a las imágenes que heredamos al nacer, aunque estas primeras imágenes poco a poco a medida que evolucionamos las olvidamos ya que no nos sirven para evolucionar como adultos.
El pensamiento humano funciona principalmente mediante imágenes procesadas con orden pero gracias al lenguaje oral y a su constante evolución el pensamiento humano se ha desarrollado cada vez más.
El lenguaje a través de las imágenes lo poseen los seres vivientes que poseen el sentido de la vista aunque los seres humanos lo poseemos más desarrollado porque hemos evolucionado más.
Los humanos somos la cabeza evolutiva que evoluciona sin fin gracias a que la vida es un orden evolutivo. Esa es la mejor evolución posible para la vida porque está destinada a evolucionar sin fin. Y para que pueda evolucionar así debe evolucionar lo mejor y lo máximo posible que es a lo que obliga la evolución matemática universal.
La información y las imágenes
Toda evolución se sirve de la información y es la propia información que en forma de cúmulos de información infinitamente pequeños, ordenados matemáticamente como si fuesen especie de almas la que obliga a que todo evolucione como orden evolutivo. Es la que desde siempre controla todo para que todo evolucione conforme lo obliga la matemática universal, permitiendo con esto que todo funcione como matemáticas. No puede ser que dos más dos sean cinco, no puede ser que algo que evolucione hasta ser un tipo de materia termine siendo otro tipo de materia, no puede ser que lo que evoluciona como vida no evolucione como vida, no puede ser que lo blanco sea negro aunque algunos nos quieran hacer ver lo blanco como negro.
Todo evoluciona como matemáticas, todo evoluciona con orden sino no se podría formar nada. Eso es una absoluta verdad y el tiempo lo demostrará, ya que cada vez seremos más evolutivos y comprenderemos más las cosas. Que el Universo sea unas matemáticas y su matemática principal sea inducir matemáticamente a que todo evolucione lo mejor posible y lo máximo posible es lo que obliga a evolucionar así a la humanidad.
El pensamiento humano es un buscador de información
El pensamiento humano es un buscador de imágenes pues cuando oímos algo, leemos algo, o nos decimos mentalmente algo y ese algo se entiende y es aceptado para su procesamiento mental traducimos ese algo en una imagen. Por ejemplo, cuando escuchamos la palabra silla y la entendemos y la aceptamos mentalmente, de manera inmediata traducimos esas palabras en una imagen en forma de silla. Si nos dicen Juan se sienta en una silla, inmediatamente tratamos de imaginar a una persona llamada Juan que se sienta en una silla, eso es pensar oralmente en forma de imágenes.
Antes de que existiese el lenguaje oral la humanidad pensaba mediante las imágenes y esa es la razón de que tengamos tan desarrollado el pensamiento a través de las imágenes. Lógicamente el lenguaje nos ha proporcionado una mayor evolución psíquica produciendo que las memorias donde se alojan las imágenes posean cada vez mayores capacidades para memorizar cada vez y así poder manejar las imágenes con la mayor rapidez posible. El aprendizaje y los recuerdos forman parte de esa memorización de imágenes.
Esa forma de pensar en forma
de imágenes ayudado por el lenguaje sensitivo y por el lenguaje oral se cumplimentan perfectamente debido a que evolucionamos como la especie viviente más evolutiva. Esa forma de evolucionar es la mejor porque eso es bueno para la supervivencia y para la propia evolución porque recuerden que todo lo que existe en el Universo está obligado a evolucionar lo mejor posible y lo máximo posible ya que así funciona la matemática universal y esa forma de evolucionar es la mejor para todo lo que existe aunque sea la única forma de evolucionar que existe.
Esas primeras formas humanas de pensar que se produjeron con las sensaciones crearon de manera evolutiva en los humanos un psiquismo sensitivo cada vez más evolucionado, y a medida que se evolucionaba surgieron los sentidos. El sentido de la vista fue el que más cambio la forma de pensar humana ya que a través de las imágenes surgió una gran forma de pensar enlazada a la forma de pensar sensitivamente, de esa forma se podría evolucionar como vida cada vez más. Produciendo que el pensamiento sea una indexación entre las sensaciones y las imágenes y más tarde a medida que se evolucionaba y llegase en la humanidad el lenguaje oral se uniría a esa indexación mental la forma de pensar mediante el lenguaje oral.
Supongo que existirán otras formas
de pensar viviente, con otros sentidos, como pensar gustativa u olfativamente, teniendo en cuenta que todas las formas de pensar están
inducidas a ser así por el sentido de las sensaciones.
Cuando se originó la vida, como
no existía nada más que el sentido de las sensaciones, se pensaba en forma de
sensaciones, nada más que percibiendo sensaciones, desde las más felices hasta
las más dolorosas, esto sirvió como guía para poder vivir y para que
evolucionasemos cada vez más.
Luego nacieron en los humanos otros tipos de lenguaje unidos al lenguaje sensitivo. Con el lenguaje oral los humanos
cambiamos progresivamente nuestra forma de pensar, seguimos pensando en forma de
imágenes pero con el añadido de la gran ayuda del lenguaje oral, el cual cada vez más, a medida
que evoluciona la humanidad se apodera cada vez más de la forma de pensar lógica del
pensamiento pero sin dejar de cumplimentarse con el pensamiento en forma de
imágenes.
Funcionamiento del pensamiento
artificial
Para que funcione el pensamiento
artificial no sólo basta con crearlo, hace falta buscar un lugar para que pueda
ser utilizado; porque sino, el pensamiento no serviría para nada; el
pensamiento artificial necesita ocupar un lugar, como por ejemplo un robot.
Además, hace falta que ese robot tenga autonomía propia, es decir un programa
que le haga funcionar, que le haga parecer que vive, que le haga disponer de
todos los mecanismos eléctricos, electrónicos y mecánicos adecuados para su
buena movilidad y funcionamiento. El pensamiento viviente, al igual que el
artificial, para poder pensar de forma adecuada, necesitaría: primero, ocupar
un lugar; segundo, que ese lugar le pudiese ofrecer información del exterior, y
tercero, que dispusiese de una forma de poder exteriorizar la información
procesada por el propio pensamiento. Si fallase alguna de esas tres posibilidades,
el pensamiento no podría pensar, sería un pensamiento en coma, el pensamiento
no cumpliría su función, no serviría para nada.
La imaginación
La imaginación en la mente
artificial, a semejanza de la imaginación humana, sería la posibilidad de
enlazar con rapidez una información con otra en forma de imágenes. Sería la
posibilidad de enlazar en forma de imágenes todas las informaciones de todos
los programas, buscando la información exacta, la requerida, también en forma
de imágenes. La información se enlazaría ordenadamente, gracias a los programas
o memorias que ordenan la información indexada en orden temporal y en orden de
importancia.
La tarea de la imaginación
artificial, a semejanza de la humana, sería la de ir buscando información por
medio de los enlaces pertinentes, informaciones convenientemente indexadas,
ordenadas, encauzadas y enlazadas en forma de imágenes, para luego, con la
misma rapidez mental, poder imaginarlas o verlas mentalmente en forma de
imágenes. Tal vez los robots podrían visualizar mentalmente las imágenes mediante un micro proyector
de imágenes electrónico situado cercano a la mente que hiciese de vista y que luego interiormente se pudiese memorizar las imágenes recogidas grabándose en orden de importancia, de tiempo y de necesidad según un programa adecuado; para luego mediante el pensamiento formado por un buscador de imágenes según un programa de necesidades parecido al buscador de Google que busque las imágenes adecuadas mediante las necesidades requerida por el robot, según un programa que recoja las necesidades del robot teniendo siempre en cuenta que a un robot no se le puede dejar que actúe libremente, con lo cual para sujetarlo se le tendría que instalar programas de normas de convivencia que les impida a ser libres, ya que la libertad robótica podría representar un peligro para la sociedad puesto que al no tener conciencia no reconocerían el bien ni el mal. De hecho la conciencia viviente sujeta bastante a lo vivo de proceder de forma no evolutiva. Todas las normas evolutivas de convivencia humana en la que el bien y el mal se han constituido como referentes topes evolutivos se han producido evolutivamente conforme a la matemática evolutiva universal en la que se induce a que todo evolucione lo mejor posible y lo máximo posible lo cual obliga a que todo evolucione de la manera más adecuada.
Imitando la forma evolutiva de poder enlazar de manera adecuada las imágenes conforme lo impone el orden evolutivo universal, se podría conseguir un medio artificial de
imaginar enlazado a un pensamiento artificial formado por indexaciones de
imágenes. Esta forma de pensar viviente tratándola de trasladar al pensamiento artificial sería la única forma verdadera de que un pensamiento artificial pudiese pensar. Podrían crearse otras formas de pensamientos artificiales pero no serían pensamientos sino programas programados de antemanos por sus constructores robóticos.
La única forma para construir un pensamiento artificial sería imitar a la forma de pensar humana, con lo cual se le tendría que dotar a un pensamiento artificial de lo principal, de la necesidad permanente de necesitar evolucionar lo mejor posible y lo máximo posible. Esta necesidad es imprescindible para que un pensamiento artificial pueda actuar como pensamiento, con lo cual se tendría que buscar una fórmula para crear un programa que gobierne el pensamiento artificial obligándole a evolucionar lo mejor posible y lo máximo posible, luego es más fácil, y hoy en día es factible, crearse programas de imágenes y de lenguaje oral, programas parecidos a los que se usan en la internet pública así como un programa simulación buscador de imágenes y de lenguaje oral parecido a los buscadores como Google.
Un programa que obligue a que se evolucione lo mejor posible y lo máximo posible sería un programa que obligaría a un robot a proceder de la forma más adecuada, ya que evolucionar lo mejor posible y lo máximo posible es respetar a todo ya que todo evoluciona lo mejor y lo máximo posible según la matemática universal. Un programa así es un programa matemático, como evolucionar es sumar, en este caso es sumar lo máximo posible y lo mejor posible, o sea pura matemática, el programa habría que crearlo matemáticamente mediante sumas a imitación de la matemática universal. Aunque la humanidad sabiendo manejar otras operaciones matemáticas como la multiplicación, división, etc. en el futuro podría suplantar este programa por otro más matemático que sería más efectivo al ser más evolutivo.
Cómo crear un programa matemático que induzca a que algo evolucione lo máximo posible y lo mejor posible, lógicamente se tendría que crear manejando matemáticamente la información al igual que lo hace la matemática universal. Un programa matemático, o serie unida de programas matemáticos, que filtre la información escogiendo y memorizando la información positiva desechando la información negativa. La información positiva sería lo que es bueno para que se evolucione lo mejor y lo máximo posible, lo bueno sería lo positivo para la seguridad del robot y su entorno y lo malo lo contrario, o sea lo que peligre una evolución adecuada. Ese programa sería el programa padre que permitiría el pensamiento artificial pues toda la información del resto de programas tendría que ser filtrado por este programa, el cual al decidir que es lo mejor y lo máximo posible, porque es lo más evolutivo, para el funcionamiento del robot crearía una forma de pensar y forma de manejar la información de manera lógica lo cual es pensar.
De esa manera se podrían crear robots pensantes a semejanza humana, con lo cual sería un peligro para la humanidad ya que a estos robots se les podrían programar infinidad de información con lo cual serían robots superinteligentes y ellos mismos podrían construir otros robots similares pudiendo ser inmortales al poderse reemplazar sus piezas por otras más perfeccionadas. Estos serían un peligro para la humanidad siempre y cuando estos robots se rebelasen contra la humanidad, pero eso no sería normal ya que el hecho de que ellos puedan existir y poseer un pensamiento es porque poseen el programa que les permite pensar obligando a que la información se filtre matemáticamente con las opciones de evolucionar lo máximo posible y lo mejor posible que es evolucionar de la manera más positiva. Quizás el peligro podría venir de una mente enferma que les programe a estos robots programas que les obligue parcial o totalmente a que posean la necesidad contraria al del ,pensamiento positivo, o sea la de la necesidad de evolucionar lo menos posible y lo mínimo posible lo cual tal vez obligue al robot a evolucionar negativamente pudiendo producir el mal en todo. Con lo cual, creo que lo mejor para la humanidad ya que la evolución no se puede frenar y los robots pensantes podrían ser muy beneficiosos para los humanos, sería la de controlar totalmente la construcción de estos robots incluso, instalándoles también programas en las que les obliguen a respetar las normas de convivencia adecuadas entre otras normas y por supuesto poseer armas suficientes para poder combatir con éxito una posible rebelión robótica.
Al igual que el funcionamiento de
un buscador de páginas de la Internet pública, con sus respectivas indexaciones
y enlaces, así, de manera parecida, funciona el pensamiento y la imaginación.
Aunque existe la diferencia de que el pensamiento y la imaginación humana están
constituidos por una muy amplia red de información muchísimo más completa,
extensa y ordenada que el más potente ordenador existente en nuestro planeta.
La inteligencia
La inteligencia es un orden, es
la manera ordenada de manejar la información mental. La inteligencia no existe
como tal, no existe como si fuese una memoria o un programa mental. La
inteligencia es el conjunto empático del buen funcionamiento de todas las
memorias mentales entre sí, y con la disponibilidad de poder enlazar todas las
memorias entre sí, con buen orden y rapidez en busca de la información más
adecuada. Cuánto mayor, mejor, más rápido, más ordenado y más adecuado sea el
manejo de la información mental, más inteligente se será.
Cuanto mayores sean los
conocimientos, mayores serán las capacidades de encontrar soluciones a los
problemas, mejor orden se tendrá, más inteligente se será. Desarrollará más
inteligencia el que mayor orden mental disponga.
Vivimos el presente pero pensamos
en pasado
Las personas necesitan un juicio
mental sobre las cosas. A veces, cuando lo que se ha de juzgar carece de
importancia, no se toma en serio y ni siquiera se juzga mentalmente; sin
embargo, otras veces el asunto a juzgar es tan complicado que se necesita un
especial esfuerzo mental. Juzgar es buscar información mental lógica a algo
lógico que se ha de juzgar, ya sea instintivamente, o necesitando buscar
información en todas sus memorias posibles.
La mente artificial podrá juzgar,
podrá saber lo que es bueno, regular o malo, podrá saber mentir, dudar o
convencer a alguien, etc., aunque no experimente el presente, aunque sus
programas ya estén prefabricados, programados de antemano. De manera parecida
funciona la mente humana, con respuestas ya programadas de antemano.
Tenemos tanta capacidad de
memorizar que, cuando alguien nos pregunta algo, o necesitamos actuar por un
peligro o por otros motivos, recurrimos al pasado, a lo que ya está memorizado
en nuestras memorias. Pensamos en pasado, solamente los cinco sentidos viven el
presente, porque lo necesitamos para la supervivencia.
A la mente artificial se
le podría instalar un programa que admitiera todo tipo de preguntas y otro que
le obligase a actuar según las informaciones recibidas; con lo cual los programas
tendrían que ser muy completos, y el propio robot tendría la opción de
responder o actuar conforme a ese o a esos programas, y según el criterio de su
personalidad artificial, dando opción a cada respuesta con enlaces a otras
respuestas, y a cada acción con enlaces a otras acciones, y así sucesivamente.
Con lo cual se respondería o actuaría en presente con respuestas o acciones
programadas en el pasado.
Programa reloj
Dentro de la rapidez de nuestro
pensamiento, nuestro pensar es lento en comparación a lo que podría ser.
Nuestro funcionamiento mental está acomodado, está adecuado, está ralentizado a
una forma adaptada de vivir. Todos los seres vivos poseen un reloj biológico,
el corazón, adaptado de forma sensitiva a un ritmo adecuado según la forma
adecuada de vivir. Por eso el robot en sí, con todos sus programas y mecanismos
eléctricos y electromecánicos, debería poseer una especie de corazón
artificial, una especie de controlador o reloj que le adecue a un ritmo
artificial de funcionar, tanto a su cuerpo dinámico como a sus programas. Por
lo tanto, un robot podrá funcionar artificialmente más tranquilo o más nervioso
según se programe su reloj.
Hay deportistas que intentan
concentrarse para mantener un equilibrio psíquico y físico adecuado, pues un
descontrol desproporcionado en su estabilización le podría producir un estado
de nervios que le desestabilizaría su control psíquico y físico y le haría
hacer las cosas mal. Por eso, y por otras causas, muchos deportistas buscan una
buena concentración antes de enfrentarse a su adversario.
Segunda parte
El GPS
Es lógico pensar que un robot, al
ser una máquina, funcione como una máquina: baterías, electrónica, mecanismos,
etc.
Lo más difícil sería adecuar al
robot la instalación de una mente artificial que funcione correctamente y que
le diese autonomía propia. También se le podría conectar un GPS para que el
robot supiese por dónde va, y de esta manera podría ser más autónomo. La mente
artificial también, a través de la visión, del olfato y del oído artificial,
podría localizar e informar de ciertos obstáculos que se encuentren en su
camino y darle, así, aun más autonomía al robot.
Un GPS, incluso una brújula,
podría ser un complemento muy útil para el pensamiento artificial, instrumentos
que carecen internamente los humanos, y que lo hubiesen necesitado para no
perderse en el bosque o en otros lugares. El GPS siempre tendría al robot
localizado, también se tendría el robot, a sí mismo, situado y con poder de
localizar. A través del GPS se podría controlar a un robot a distancia, o por
lo menos saber por dónde va mediante un mapa GPS, y así, de esta manera, poder
comunicarle también su situación.
Leyes empáticas
La mente artificial no necesita
herencias, además de que no puede heredar nada; no necesita disponer de
sentimientos, emociones, debilidades, temores, celos, envidias, etc., porque es
artificial. La mente artificial no podría ser una imitación perfecta de la
mente viviente, porque entonces dejaría de ser artificial.
Existe una empatía psíquica
individual viviente que empatiza a todos sus sentidos y a todo su ser psíquico
y físico, esa empatía la transmite el sentido de las sensaciones. Pero voy más
allá, no solamente está empatizado por completo cada ser viviente por medio del
sentido de las sensaciones, sino que todo lo que se hereda es una empatía
genética, muchas enfermedades hereditarias se transmiten a través de la empatía
entre genes. Una sociedad triste o alegre transmite por medio de la empatía,
tristeza o alegría a los demás. Tal vez, por culpa de la empatía comunitaria,
las personas que viven en unas regiones tienen caracteres, fisonomías y
actitudes psíquicas y físicas similares. Existen leyes empáticas que darían
tema para escribir más de un libro. La capacidad de transmitir o adquirir
bondades o maldades empáticas, se transmite de manera empática por medio del
sentido de las sensaciones. La empatía de los seres humanos divide las
diferentes sociedades de manera empática, aunque existe la posibilidad de que
individualmente las personas puedan pertenecer a una sociedad y con el tiempo
cambiar mentalmente de sociedad de forma empática. Las mezclas entre personas
de diferentes etnias contribuyen a que con el tiempo se empaticen y formen una
sola etnia.
Adaptación al psiquismo heredado
Todos nacemos con la capacidad de
tener una gran indexación de imágenes sensitivas grabadas en la mente; a medida
que vamos creciendo nos vamos adaptando cada vez más a nuestro ser sensitivo,
incluido al de las indexaciones de imágenes sensitivas. Nuestro ser sensitivo
necesita una adaptación, más prolongada en el ser humano que en el de los demás
seres vivientes, debido a que nosotros disponemos de más poder sensitivo y a
que somos más evolucionados.
Nuestro ser físico y psíquico,
por medio del poder sensitivo, en los primeros años de vida nos hace aprender a
andar, pero también, de manera progresiva, aprendemos a utilizar el poder
mental heredado, el cual comprende también el de las indexaciones de imágenes.
Es decir, que ya nacemos con una sabiduría psíquica heredada, pero tenemos que
adaptarnos a la vida a través de esa sabiduría psíquica, y al mismo tiempo
tenemos que adaptarnos también a la sabiduría heredada, las experiencias de la
vida es el mejor medio para adaptarnos. Pero no todo es herencia, también
tenemos la capacidad de aprender y de memorizar lo aprendido y poder
cumplimentarlo con lo heredado, a través del poder sensitivo.
Programas recuerdos
De todo lo que percibimos con los
sentidos, nuestra mente buscará una copia parecida en el programa recuerdos,
para que al comparar dichas informaciones con otras parecidas, se tenga una
referencia muy útil para poder situarnos con seguridad y confianza. Eso es lo
que hace el pensamiento humano, siempre que experimenta un lugar, ya sea conocido
o desconocido, o vive una experiencia nueva, activa rápidamente su programa de
indexaciones de recuerdos para encontrar una similitud lo más parecida posible
a la situación que vive, tanto en lo que ve como en lo que oye, huele, toca o
saborea. Tengan en cuenta que normalmente existen muchas similitudes en todo lo
existente.
El programa o memoria de los
recuerdos está ahí en la mente para que se busque en él con rapidez una
similitud de los lugares desconocidos o conocidos, de cada instante en que se
viva. Después de la búsqueda rápida, al encontrar una similitud rápida, ésta
nos hace sentir confianza o desconfianza dependiendo de si el lugar nos es
familiar o nos es extraño. Nos hace sentir seguridad o inseguridad al saber más
o menos por dónde vamos según la similitud. Las similitudes nos ofrecen la
confianza de reconocer familiares, amigos y lugares, como también nos ofrece la
desconfianza al reconocer enemigos, lugares extraños o peligrosos. Nos ofrece
la seguridad y confianza de reconocer también lo malo, para situarnos, para
huir de ello o para tener la posibilidad de enfrentarnos a ello.
El programa recuerdos sería muy
útil al robot, y cuanto más completo y ordenado sea, mejor, más confianza y
seguridad ofrecerá. Buscar en el programa recuerdos una similitud parecida a la
que se experimenta y poder encontrar la mejor similitud con rapidez en cada
instante de la existencia, es anticiparse a un por hacer y a un por venir.
Los seres vivientes tienen esa
capacidad de buscar mentalmente similitudes. Tienen la capacidad de reconocer
un lugar familiar gracias a la búsqueda de similitudes, ese reconocimiento hace
que nos podamos familiarizar más aún con los lugares, familiares y amigos. Las
informaciones de las similitudes por medio de las imágenes son las más
utilizadas por el programa recuerdos.
El programa artificial de los
recuerdos podría estar constituido por indexaciones de informaciones grabadas o
memorizadas en el programa, en orden de tiempo y de importancia de lo que se
experimente sobre informaciones que nos ofrezcan los sentidos artificiales.
Pero también se podrían crear programas con una amplia indexación de
información ya programada con anterioridad sobre imágenes y sonidos, que serían
los sentidos más utilizados por la mente artificial. Y, cada vez más, ir
ampliando y perfeccionando esos programas para que nos ofrezcan más y mejores
similitudes y que nos sirvan como similitud de lo que se experimente; hay que
tener en cuenta que existe infinidad de similitudes en todo lo existente.
Los seres humanos disponemos de
unas memorias heredadas, de las cuales heredamos una gran cantidad de
información de indexaciones de similitudes y de otras indexaciones, aunque
nosotros no nos demos cuenta de ello.
La personalidad y la conciencia
La personalidad artificial podría
estar formada por un programa enlazado al programa de la conciencia artificial,
o que juntas formasen un solo programa, sobre normas cívicas, normas morales,
leyes, obligaciones, prohibiciones, decisiones, etc.
La conciencia humana está formada
por sentimientos, emociones, etc., y eso es imposible de crear artificialmente,
por eso la mente artificial carecería de conciencia humana, en su lugar tendría
una conciencia artificial sin sentimientos pero con normas que le obligasen a
respetar a las personas. El nacimiento de la personalidad junto con la
conciencia le dio aun más autonomía a los seres humanos, debido a que son
memorias de toma de decisiones.
Supongo que todos los animales
han evolucionado lo suficientemente como para poder tener personalidad y
conciencia instintiva, las cuales forman parte del psiquismo instintivo.
A una mente artificial le haría
falta un programa que le diese personalidad y conciencia, con lo cual
adquiriría autonomía propia (todos los programas podrían formar un conjunto de
programas que conformasen una unidad dentro del pensamiento artificial, porque
el pensamiento humano es en realidad un conjunto de memorias o programas
empatizados con las sensaciones, o bien un conjunto sensitivo de memorias psíquicas
sensitivas).
El programa de la personalidad,
unido al de la conciencia artificial, sería necesario para obtener autonomía y
para decidir libremente (en realidad nadie es libre, todos estamos
condicionados a ser lo que somos por razones de supervivencia, de herencias, de
convivencia, de influencias, etc., pero tenemos que actuar de manera libre
atendiendo a esos acondicionamientos. La personalidad artificial tampoco haría
libre a un robot, pues el programa de cómo va a ser su personalidad y su conciencia
artificial, estaría creado de antemano).
El programa de la personalidad y
de la conciencia artificial estaría compuesto por normas cívicas y morales,
códigos de conducta, prohibiciones, obligaciones, etc. No se puede dejar a una
máquina pensante que actúe sin normas o leyes, que le obliguen o prohíban
conductas, ya que un robot pensante, al carecer de sensaciones, no tendría
emociones ni sentimientos incluso para él mismo, y podría actuar como una
máquina sin control no respetando leyes ni normas y poniendo en peligro a las
personas. Esa personalidad y conciencia artificial actuaría según lo
programado, no conocería la envidia, los celos, la ambición, el egoísmo, la
maldad en sí, la bondad en sí, etc., pues todo eso pertenece al mundo viviente;
sin embargo, conocería, según lo programado, lo que puede ser malo o bueno, lo
bello u horrible, etc. No obstante, ese robot, según lo programado, actuaría
sin vacilaciones, sin dudas, sin temores, etc., al igual como actúa una
máquina.
¿Pero cómo se le obligaría a un
robot a respetar las normas?: tendría que tener un programa muy completo sobre
normas, leyes, prohibiciones y obligaciones, en las cuales en caso de elección
o duda sólo podría optar por las normas programadas. No obstante, esas normas
estarían programadas para que no perjudiquen a las personas, animales, plantas
y cosas, en orden correlativo.
Un robot no podría actuar
diferente a lo que le designen sus programas, a no ser que se estropee y se
vuelva como loco; en este caso actuaría como una máquina loca o como un
automóvil al que le fallan los frenos. Sería beneficioso instalar en la mente
artificial, y al propio robot, conexiones de seguridad que detectasen altas o
bajadas de tensión, anomalías, etc., para así poder desconectar la batería del
robot en caso de averías graves. Las personas también se pueden volver locas,
la humanidad ha sufrido muchas locuras de personas a las que no se les han
podido desconectar las baterías para poder subsanarlas.
Las personas pueden cambiar de
opinión, porque su personalidad no es estricta, debido a que ésta ha sido
creada por las sensaciones, y ser estricto podría ser perjudicial para la
supervivencia. Pero un pensamiento artificial, al no poder disponer de
sensaciones, tiene una personalidad y conciencia inquebrantable, la que le han
programado. Sin embargo, lo mismo que es fácil engañar a una persona, también
se podría engañar a la mente artificial de un robot, ofreciéndole informaciones
falsas que no se compatibilicen con sus programas. Para evitar esto, sería conveniente
perfeccionar cada vez más los programas de la mente artificial, al igual que
las personas con la experiencia van aprendiendo a ser engañadas lo menos
posible. Aunque, en caso de duda, al robot se le podría instalar un
intercomunicador que le comunique con su base para así poder consultar dudas.
Tercera parte
Los sentidos
El psiquismo sensitivo humano ha
desarrollado los sentidos humanos hasta el nivel actual, ha conseguido
desarrollar las memorias humanas hasta que pudiesen memorizar e indexar
ordenadamente infinidad de imágenes, que nos han servido para asimilar mejor
las situaciones nuevas con las antiguas y las situaciones ya conocidas con las
similares ya memorizadas, para que así podamos adquirir confianza o
desconfianza y poder sobrevivir mejor a las circunstancias.
El psiquismo sensitivo global de
todos los seres vivientes, el árbol genealógico o el instinto colectivo, ha
conseguido diferenciar cada vez más al ser humano del resto de seres vivientes
por razones de supervivencia. Todos los sentidos están empatizados entre sí a
través del sentido de las sensaciones, por eso los sentidos nos ofrecen datos
con dimensiones. También podría existir otra posibilidad, la de que los
sentidos nos ofreciesen datos sin dimensiones, y el sentido de las sensaciones
asimilase luego esos datos y los transformase mentalmente en datos con
dimensiones, con sensaciones, para conseguir que los datos recibidos sean aun
más reales.
Lo más lógico es que los sentidos
utilicen sus cualidades de manera sensitiva para percibir las cosas como si
tuviesen dimensiones. Es decir, que nuestras sensaciones a través de los
sentidos, dependiendo de qué sentido, medirían las distancias aproximadas entre
nosotros y lo que percibimos, todo en sí o individualmente; medirían las
distancias aproximadas entre nosotros y los objetos entre sí para distinguirlos
mejor; medirían las distancias aproximadas entre nosotros y las movilidades de
los objetos; medirían también los matices, etc. De esta manera, se compararía
lo que se siente a través de los sentidos con las informaciones memorizadas
similares ya indexadas y ordenadas de forma sensitiva. De esta manera se
computaría la información con las memorias correspondientes para sentirlas como
si tuviesen dimensiones, como si fuesen reales. Los sentidos percibirían las
cosas por sí solos, sin dimensiones, pero por medio del sentido de las
sensaciones percibirán las cosas con sensaciones, con dimensiones.
Un robot no podría asimilar de
forma sensitiva lo que pudiera sentir cualquiera de sus cinco sentidos
artificiales, porque carecería del sentido de las sensaciones.
El sentido de las sensaciones es
imposible de crear artificialmente, pues es el sentido de la vida y eso no se
puede crear artificialmente. A un robot se le podría perfeccionar de manera
artificial lo que percibiese por cualquiera de sus sentidos artificiales;
incluso se le podría instalar un GPS para que se situara él mismo, para que así
pudiese localizar lugares u objetos y poder guiarse por el camino correcto.
También, el robot podría pedir información a su control o ser guiado por el
propio control, a través del GPS.
La autonomía
En los orígenes de la vida,
cuando los seres vivos carecían de pensamiento (aunque disponían de psiquismo
sensitivo), la autonomía de los seres vivos era el mismo psiquismo sensitivo.
Todos los seres vivos son seres
sensitivos, por esos son autónomos; quizás los seres más evolutivos sean aun
más sensitivos, tal vez por eso puedan ser más autónomos, más libres
mentalmente. Todos los seres vivos, al poseer sensaciones, son un “yo”, son
autónomos, y por eso tienen su propia personalidad e identidad propia. A un
robot también se le podría crear una identidad propia, un “yo”, cuando éste
pueda tener autonomía, aunque su autonomía dependa de los programas programados
de antemano.
Desde el origen de la vida,
cuando la vida no tenía cuerpo físico, cuando el primer ser viviente era una
acumulación de sensaciones o de energías sensitivas, cuando ese “yo” o
conglomeración de sensaciones ya sentía la vida, por lo tanto ya era psiquismo
y ya memorizaba, cuando la vida dio comienzo a su primer vestigio de vida, la
vida ya empezaba a ser autónoma. Desde esos principios de la vida, las
sensaciones proporcionaban a la vida, autonomía. Al detectar la vida de forma
sensitiva su entorno, ya experimentaba, ya memorizaba, ya era mente o
psiquismo. Esas sensaciones que medían, en grados de satisfacción o dolor, todo
lo que percibía, desarrollaba de forma evolutiva cada vez más capacidad de
memorizar de forma sensitiva. Poco a poco, la vida fue evolucionando en
psiquismo, el cual, cada vez más, memorizaba o recordaba de forma evolutiva
nuevas sensaciones. Esa acumulación de memorias, que fue el primer psiquismo
viviente, evolucionaría de manera sensitiva cada vez más, hasta formar el
primer cuerpo microscópico físico viviente autónomo.
Desde el origen de la vida, las
sensaciones de dolor también le servían a la vida para autoprotegerse de los
peligros externos; de esa manera, también podía guiarse por los caminos menos
indoloros. Desde ese principio viviente sensitivo, ese ser psíquico sensitivo,
incorpóreo todavía, se iba formando de manera corpórea, de forma evolutiva.
Desde que emergió como vida, ya se constituyó como autonomía, como un “yo”,
como una identidad propia, como un alma, todavía era una vida única, no había
aprendido a procrear, a reencarnarse de sí misma.
El proceso viviente instintivo
inteligente
Al ser la inteligencia un orden,
una manera ordenada de manejar la información, es lógico pensar que el proceso
viviente, al ser un orden, es una inteligencia; con lo cual, el ser humano
ocupa el orden adecuado, el que le pertenece. El orden o la inteligencia del
proceso viviente está inducido a seguir un camino ordenado, inteligente, el
evolutivo, y de esta manera ordenada, inteligente, de proceder, todos los seres
vivientes están inducidos a ser lo que son: una jerarquía evolutiva, o una
jerarquía ordenada o un proceso inteligente.
Lleva la vida, a través de su
psiquismo, mucho camino recorrido, mucha sabiduría recorrida. No es fácil crear
todo un mundo viviente tan complejo, tan jerárquico, tan ordenado, etc. Por eso
la sabiduría psíquica viviente sabe muchísimo más de la vida que los seres
humanos. Existe una inteligencia muy superior a la nuestra, en nuestro planeta:
la inteligencia instintiva psíquica viviente. Porque qué sabemos nosotros sobre
inteligencia; pueden existir infinidades de inteligencias diferentes en mundos
diferentes al nuestro, en donde existan diferentes órdenes, puede que el instinto
viviente sea una especie de inteligencia. Puede que el orden universal, al ser
un proceso ordenado, sea una inteligencia.
Acaso podemos llamar ignorante al
proceso viviente, el cual tiene una inteligencia muy superior a la nuestra,
tiempo ha tenido, es que no nos damos cuenta de que todo el mundo viviente está
controlado instintivamente por el psiquismo viviente, lo cual también es una
forma inteligente de controlar. Acaso podemos creernos superiores al resto de
los seres vivos, cuando sin ellos no podemos existir; y somos los más
evolucionados mentalmente porque la inteligencia instintiva viviente así nos ha
creado, así lo ha designado, acomodando mentalmente al resto de seres vivientes
por el bien de la vida en general, porque esa es la mejor forma para que la
vida pueda subsistir, porque esa es la forma ordenada adecuada de que la vida
evolucione. No nos damos cuenta de que todo lo que somos, las herencias,
nuestro sistema biológico, nuestro cerebro, etc., es producto de una
inteligencia muy superior a la nuestra, la del proceso psíquico sensitivo
viviente; y que por ser así, también, esa inteligencia haya previsto que seamos
inmortales, y posiblemente lo seamos a través de las herencias.
No nos damos cuenta de que,
existiendo millones de especies diferentes de seres vivos en nuestro planeta,
qué casualidad que seamos una casualidad, al ser nosotros los seres vivos que
más hayamos evolucionado mentalmente. Con la doble casualidad de que
físicamente seamos los seres ideales para poder evolucionar mentalmente,
demasiadas casualidades para que sean verdaderas casualidades.
El proceso viviente es un único
árbol genealógico jerárquico viviente que abarca de manera instintiva o
psicológica todas las especies vivientes, con lo cual el proceso viviente, de
manera instintiva, inteligente, por medio de la evolución, ha conseguido que
unos seres vivos sean la base de otros seres vivos, y así sucesivamente. De
manera instintiva o inteligente, el proceso viviente ha inducido a que los
seres humanos seamos los más sensitivos y evolutivos, con lo cual es posible
que tengamos más sensibilidad al dolor, más que los seres vivos inferiores
dependiendo de su escala inferior. Dependiendo de la jerarquía viviente, los
seres más inferiores de todos, podrían ser casi insensibles al dolor, lo cual
haría que la vida para ellos carezca de importancia.
Tal vez la vida, “yo” o el alma
nunca mueran, tal vez se transmitan de forma psíquica-etérea a través de la
procreación, o por medio de las herencias psíquicas, porque el “yo” psíquico no
tiene fronteras físicas que le impidan dejar de ser un “yo” y trasladarse de
forma etérea a cualquier otro lugar cuando el cuerpo en el que habite deje de
vivir. De manera instantánea ese “yo” puede ocupar otro lugar etéreo o físico
evolutivo, el que seguramente le corresponda de manera psíquica evolutiva. El
sentido de las sensaciones, que es el compuesto por la totalidad de nuestro
ser, es eso, una energía sensitiva, o llámese alma.
Cuarta parte
Programa anticipación
El sentido de las sensaciones nos
ofrece otra posibilidad, la de la anticipación. Consiste en varias memorias que
de manera rápida empiezan a ofrecernos mentalmente, de forma imaginativa,
varias posibilidades imaginativas antes de efectuar una acción para que la
acción que hagamos la hagamos con mayor seguridad. Es decir, probamos,
repetimos e imaginamos una o varias veces, en forma de imágenes o en forma
oral, lo que vamos a hacer antes de hacerlo; de esta manera, todo lo que
hagamos lo haríamos mejor que sin práctica mental.
Captamos la situación actual con
cualquiera de los sentidos, y luego buscamos con rapidez similitudes en forma
de imágenes u oral, y nos preguntamos el porqué de las cosas antes de hacerlas
y buscamos respuestas en nuestras memorias, e incluso nos imaginamos lo que nos
podría suceder si hacemos tal cosa, a través de las similitudes en forma de
imágenes. Le damos mil vueltas mentales rápidas a las acciones antes de
hacerlas para anticiparnos a la acción y hacerlas mejor. La forma de buscar
esas informaciones para imaginarlas antes de hacerlas, es buscar similitudes en
forma de imágenes y en forma oral, imaginando y sacando conclusiones o
respuestas mentales lógicas a las pruebas mentales que hagamos. De parecida
manera actúa nuestra mente, nos anticipamos mentalmente a los hechos.
Hacemos, o nos imaginamos,
mentalmente, lo que vamos a hacer, para después hacerlo bien, sin problemas, a
excepción de lo que hemos aprendido en serie, lo cual lo haríamos de manera
automática.
Las acciones a escoger serían
similitudes, en forma de imágenes, de los movimientos que podamos hacer, dentro
de la similitud memorizada del lugar en que vivimos; el programa nos
presentaría rápida y mentalmente una serie de movimientos, los más adecuados
del lugar en que vivimos, de los cuales tendríamos que escoger uno, el más
exacto o el que mejor se adapte al lugar asimilado, con lo cual actuaríamos
conforme a lo escogido, que sería como una forma de anticiparse a los hechos
para hacerlos mejor. Los humanos también tenemos la posibilidad de anticiparnos
mentalmente de manera oral, con lo cual nos repetimos varias respuestas como si
fuesen de forma intuitiva, y escogemos casi sin darnos cuenta la que creemos
mejor, es una forma de anticiparse mentalmente a lo que se va a decir.
El robot lo podría hacer todo
como si fuese en serie, de manera automática, bajo el control de sus programas.
O lo podría hacer todo, escogiendo opciones a través de una serie de programas
de pruebas rápidas programadas de movimientos en forma de imágenes o de
respuestas programadas en forma oral. De esta manera podría escoger con rapidez
la opción que decida, buscando y probando varias soluciones por medio de sus
programas. Con la opción de que el robot podría escoger la respuesta o acción
que decida, o la que sea más acorde con su personalidad.
El robot tendría que buscar
mentalmente, de forma rápida, las posibles opciones que tengan sus programas,
antes de ejecutar la acción o de responder a algo. En teoría, la rapidez de
como manejen los datos los programas mentales del robot debería estar regulada
por un reloj; éste debería permitir que circulen los datos de manera muy rápida
para que las acciones tengan gran efectividad.
Programación en orden temporal y
en orden de importancia
La mente humana dispone de unas
memorias que registran la información en orden de importancia, según la
importancia que le demos, y en orden de tiempo y de importancia según también
la importancia que le demos a la información recibida. Siempre recordaremos lo
más importante que hayamos podido memorizar y lo más cercano en el tiempo,
según la importancia que le demos a la información, con lo cual siempre será
más importante memorizar lo importante y luego lo más cercano en el tiempo,
aunque siempre se recordará mejor lo que hayamos hecho en el día presente,
porque es lo más importante que se debe recordar para la supervivencia.
Al robot se le podrá programar
las informaciones que perciba cualquiera de sus sentidos artificiales, en orden
temporal o de importancia, o según lo que decidan los programas del robot sobre
qué informaciones tienen más importancia y en qué orden de importancia y
temporal se las debe memorizar. Se le podrá instalar al robot programas para
que grabe (memorice) informaciones de su presente, para que luego pueda acceder
a ellas con facilidad; sería una forma de recordar artificialmente, que con el
tiempo se podrá perfeccionar.
Al robot se le podrá programar
para que memorice lo que le suceda en cada momento para que pueda recordarlo
momentos después; lo que le suceda durante todo un día, para que pueda
recordarlo durante el día en curso y al día siguiente; lo que le suceda durante
todo un año, para que pueda recordarlo durante todo el año en curso y al año
siguiente; o lo que le suceda durante varios años, para que pueda recordarlo
durante esos años y durante varios años más. Todo, programado en orden temporal
y de importancia para su búsqueda fácil y rápida, y con la capacidad de memoria
necesaria para ello. De manera que el robot podría ser más eficaz en este
sentido que las memorias humanas, puesto que el robot podría recordar todo lo
transcurrido durante años, con gran exactitud.
El sentido táctil
Es el más perfeccionado de todos
los sentidos, tal vez por ser el más antiguo y el que dio origen a la vida; o
posiblemente fue la vida la que se valió de este sentido para proyectarse de
manera autónoma como vida.
El origen de la vida se
desarrolló con el sentido táctil, porque fue el que le dio autonomía, le dio un
“yo” o una identidad propia. Con la autonomía nació el psiquismo, o viceversa,
ya que autonomía es igual a psiquismo, a sensaciones; es igual a vida o alma.
Gracias a los múltiples grados de sensaciones, desde la sensación más feliz
hasta la más dolorosa, supo la vida que existía como vida, entonces la vida no
cesó de evolucionar, de crearse autodefensas, necesitaba prohibiciones y
obligaciones psíquicas para seguir evolucionando su imparable proceso viviente.
De esta manera fue evolucionando, cada vez más, el psiquismo humano. Al
principio la vida era todo un ente sensitivo, o lo que es lo mismo: un ser
psíquico autónomo inducido a evolucionar como vida, y esa evolución imparable
ha hecho de la vida lo que es la vida presente y lo que será la vida futura.
El sentido táctil es el padre de
todos los sentidos. Más bien, todos los sentidos son producto de las
sensaciones: se ve, se oye, se saborea, se huele por medio de las sensaciones.
Todos los sentidos están empatizados con el sentido de las sensaciones.
Es imposible crear
artificialmente la empatía de los sentidos, porque un robot jamás podrá tener
emociones, sentimientos o vida. El sentido de la vida, junto a todos los demás
sentidos y todo el ser viviente en sí, forman una empatía sensitiva.
Ver y escuchar
Para que un robot funcione
correctamente y para que pueda pensar, hay que acoplarle una pequeña
videocámara para que pueda ver, un receptor de sonidos para que pueda oír, una
mente artificial para que pueda pensar, memorizar, imaginar, etc., y sus
baterías y electromecanismos correspondientes. Hace falta que pueda transformar
las informaciones percibidas por cualquiera de sus sentidos artificiales, no en
imágenes sensitivas, sino en imágenes mentales artificiales, para que su
pensamiento artificial las pueda procesar; y así poder transformar esas
informaciones en imágenes mentales, aunque, por carecer de sensaciones, no
pueda calcular las distancias aproximadas de las cosas, detectar los matices y
distinguir las individualidades de los objetos. Nuestros cinco sentidos están
empatizados con el sentido de las sensaciones, el táctil, y eso hace que lo que
vemos, oímos, saboreamos, olemos y sentimos lo percibamos con el sentido de las
sensaciones. Y eso hace que parezca más real la realidad de las cosas y que lo
que percibimos parezca como si tuviese dimensiones.
Sería conveniente que en un
principio el pensamiento artificial sólo pudiese disponer del sentido de la
vista y del sentido del oído, que son los más útiles y más fáciles de instalar,
y así se simplificaría la construcción del robot.
Entonces el robot vería y oiría
como si no existiesen dimensiones, como el que ve una fotografía o escucha la
radio, que sería la forma de no saber a qué distancia aproximada está cada cosa
que vea u oiga, ni saber las distancias aproximadas de los objetos entre sí de
lo que vea u oiga. Con el tiempo se podrían inventar artilugios que midan a
distancia las cosas que se perciban, para percibirlas como si tuviesen
dimensiones, ya que esto sí que se podrá realizar.
El pensamiento artificial digital
necesitará que le transformen las informaciones que le envíen de lo que se ve y
se oye, en imágenes y sonidos digitales, para que esas informaciones en forma
de imágenes y sonidos digitales se enlacen, se comparen y se computen de forma
adecuada con las informaciones de indexaciones de imágenes y sonidos digitales.
Quinta parte
Medios artificiales
Ver mentalmente las imágenes
significa verlas con el sentido de las sensaciones, el del tacto. La mente
viviente funciona a través de las informaciones captadas por cualquiera de sus
cinco sentidos y transformadas en imágenes sensitivas.
El medio utilizado por las mentes
vivientes es el de sentir las imágenes, verlas con el sentido de las
sensaciones. Es decir, las imágenes que vemos en nuestra pantalla mental, o
cualquiera de las manejadas por la mente, son imágenes producidas e indexadas
por el sentido de las sensaciones, por lo cual crear un proyector que nos
proyecte imágenes mentales sensitivas sería una imposibilidad, pues eso sería
como pedir que una máquina crease vida artificial.
Como el pensamiento artificial no
podrá disponer del sentido de las sensaciones, tiene que imitar artificialmente
lo que pueda imitar: programas de indexaciones de imágenes, programas de
enlaces de todas las indexaciones de imágenes entre sí, proyector de imágenes
mentales, programa de comparación de las imágenes proyectadas con las
indexadas, programas intermedios, programas de la conciencia y de la
personalidad, programa de los recuerdos, programa de memorización en orden
temporal y de importancia, programa de anticipación, etc.; y las lógicas
imitaciones físicas: mecanismos eléctricos, electrónicos, mecánicos y
electromecánicos que pueda necesitar un robot autónomo con una mente autónoma.
Sobrehumanos
Se piensa y se perciben las
informaciones con rapidez, de ello dependió y depende nuestra supervivencia,
así nos hemos adaptado. Cada vez evolucionamos más alejándonos de nuestras
raíces animales, de nuestras raíces humanas poco evolutivas. Nos encaminamos
hacia otra clase de adaptación, más artificial y menos natural, la del hombre
del futuro. Seremos sobrehumanos, mitad artificial mitad humano, más fuertes,
más rápidos, más inteligentes, menos mortales.
¿Cómo piensan los animales?
Los animales piensan conforme a
sus sentidos, los que posean la vista pensarán en forma de imágenes y de
sensaciones. Nosotros pensamos así, además de pensar oralmente, debido al
lenguaje; y los que no posean la vista pensarán según sus sentidos empatizados
con las sensaciones.
El instinto animal es una memoria
mental heredada. Es un cúmulo de informaciones, sobre experiencias de
supervivencia en forma de sensaciones, que sirve de guía para la supervivencia.
En caso de duda, el animal siempre se guiará por el instinto, el cual es una
memoria sensitiva heredada.
Si los humanos hubiésemos vivido
siempre en la oscuridad, seguramente al no poseer el don de ver, no pensaríamos
en forma de imágenes, sino en forma de sensaciones, las cuales no tienen forma
sino grados de satisfacción o de dolor.
La telepatía
Si a través de milenios, la
humanidad en su totalidad se hubiese dedicado a practicar constantemente la
telepatía, esforzándose al máximo, tanto en tratar de ser telepáticos, como en
dejarse que los demás lean sus pensamientos, es muy posible que los humanos
hubiesen adoptado el don de la telepatía, y seguramente se le hubiese
considerado como un sentido más.
La empatía mental oculta que
tenemos todos los seres vivientes, unos más que otros, es una inducción
sensorial psíquica que nos puede advertir de manera sensitiva de los peligros.
La empatía es como la telepatía, es un transmisor de sensaciones. La empatía
puede transmitir sensaciones positivas como negativas, para detectar, por
ejemplo, una enfermedad. Existen dos posibilidades de transmisión: la de leer
en forma oral los pensamientos o la de ver mentalmente las imágenes que piensa
otro.
El lenguaje oral ha aparecido en
los humanos hace relativamente poco, con lo cual no hemos tenido mucho tiempo
en desarrollar la telepatía. Además la telepatía no ha llegado a evolucionar en
los humanos debido también a que desconfiamos mucho unos de otros y siempre nos
ponemos una barrera mental. La telepatía animal, según que especie, al sólo
poder producirse en forma de imágenes o de manera sensitiva, es muy difícil de
detectar, pero es posible que exista la telepatía entre los animales de la
misma especie.
El lenguaje cambió la historia
Antes de que existiese el
lenguaje en la humanidad, los humanos pensábamos en forma de imágenes, como los
animales que poseen la vista. Una forma de pensar en la que los humanos
aventajaban con gran diferencia al resto de animales que pensaban así, debido a
que ya los humanos teníamos la mente muy evolucionada.
El pensar en forma de imágenes,
en vez del pensar con el lenguaje, no suprimía totalmente la inteligencia, el
orden psíquico. Se podía ser muy inteligente sin conocer ningún lenguaje oral.
Podíamos decidir y elegir las opciones que nos surgiesen en la vida mejor que
los demás animales, al ser nosotros más inteligentes que ellos. Podíamos
construir y usar con gran maestría herramientas para cazar, para cultivar, para
sobrevivir, etc., sin necesidad de conocer un lenguaje. Sólo con el pensamiento
y la inteligencia podíamos aprender y utilizar remedios para sanar, para
convivir, para creer en Dios, etc., sin necesidad de conocer el lenguaje, sólo
teniendo un ser psíquico lo suficientemente evolucionado.
La humanidad con esa mente tan
evolucionada, desarrollada a través de milenios, después de que perfeccionase
poco a poco los signos guturales y mímicos, fue creándose un lenguaje oral cada
vez más complejo.
Aprendizaje
Aprender es memorizar las
percepciones percibidas por cualquiera de los cinco sentidos, en orden temporal
y de importancia.
Siempre, la memoria del
aprendizaje ha memorizado en forma de sensaciones lo que se experimentaba,
hasta que el psiquismo y los sentidos maduraron lo suficientemente como para
poder permitir memorizar lo que se percibía con los cinco sentidos, en forma de
imágenes sensitivas. Hoy en día los seres humanos también memorizamos o
aprendemos, en forma oral, debido al lenguaje. No solamente se aprende o se
memorizan informaciones orales escritas o habladas, también se aprenden o se
memorizan informaciones proporcionadas directamente por las sensaciones, por
ejemplo, las aprendidas con el sentido táctil, el cual podría poseer una
memoria aparte o quizás sea una memoria sensitiva, capaz de memorizar de forma
sensitiva.
Aprender es memorizar, para ello
el psiquismo dispone de unas memorias que memorizan los datos proporcionados
por cualquiera de los cinco sentidos, en orden de tiempo y de importancia.
Los animales sólo memorizan los
sucesos que le influyen sobre el presente y futuro cercano, y como necesidad
para la supervivencia presente y futura en orden de tiempo e importancia. Con
lo cual, los animales tienden a olvidar o a no memorizar hechos del pasado que
nada tengan que ver con la supervivencia, pues el instinto les obliga a ello.
Tal vez los animales no han
desarrollado las memorias del aprendizaje al nivel humano porque sus instintos
se lo han prohibido, al contrario que nosotros los humanos, pues poseemos un
instinto que nos obliga a aprender constantemente. Podría ser que el instinto sea
una forma de inteligencia de la vida, que encamine la vida en general por los
caminos deseados por el instinto, porque sería lo mejor para que la vida
subsista y evolucione adecuadamente, dentro de su forma de existir.
Las memorias o programas del aprendizaje
humano son sólo eso, diferentes memorias o programas con la capacidad de
memorizar por separado diferentes tipos de informaciones, en orden de tiempo e
importancia. Esas memorias están empatizadas con las sensaciones, porque cada
mínima información psíquica y física, el sentido de las sensaciones las adapta
a las sensaciones para hacerlas más reales.
El robot podría disponer de
varios programas que tuviesen la opción de memorizar o grabar los datos
suministrados por sus sentidos artificiales, y así poder enlazar esas
informaciones al pensamiento artificial para su posible utilización. Incluso
esos programas podrían disponer de un enorme almacenaje capaz de grabar o
memorizar gran cantidad de datos, lo que le proporcionaría al robot una memoria
enorme. Pero también existe la posibilidad de que el robot, al poderse
programar de antemano, sólo disponga de la memoria o sabiduría programada de
antemano.
La gran desventaja del robot
sería que, al no poder poseer el sentido táctil, no podría aprender a utilizar
con habilidad sus manos mecánicas.
El proceso de movilidad de los
brazos, manos, pies y piernas mecánicas es muy complicado, porque carecen de
sensibilidad. Se tendría que valer el robot de una visión que midiese las
formas y las distancias exactas de las cosas para poder cogerlas; de unos
movimientos articulares precisos y exactos, los cuales le proporcionarían
lentitud pero le ofrecerían exactitud. Con lo cual creo conveniente que el
robot actual sería más práctico si se moviese con cuatro patas y utilizase una
especie de pinzas para coger las cosas.
Sexta parte
Ser libre para poder evolucionar
Solamente puede evolucionar
mentalmente la especie viviente que se encuentre libre, es decir, la especie
viviente que no esté presa o sirva de base o sostén de otras especies
vivientes.
No es bueno, para la
supervivencia de la vida en general, que todas las especies vivientes puedan
evolucionar mentalmente, pues de esa manera no podríamos vivir ni nosotros ni
todo el mundo viviente que compone nuestro cuerpo, ni todas las formas de vida
que nos rodean. Tal vez, esa inteligencia o instinto viviente haya influido en
que los humanos descendamos de la línea directa evolutiva psíquica y heredemos
evolución psíquica, porque la evolución física no es evolución, es adaptación.
Sin embargo, los seres vivos, en
las infinidades de etapas evolutivas que hemos tenido, pudieron descender de
nosotros formando multitud de especies. Tal vez, los seres vivos se bajaron del
tren de la línea directa evolutiva de forma voluntaria o involuntaria
degenerándose en otras especies vivientes; quizás por eso, sus herencias
degeneradas les condicionaron a una acomodación psíquica, a una no evolución
psíquica, porque el sistema psíquico evolutivo de la vida en general es inteligente,
y sabe instintivamente que proporcionar evolución psíquica a todas las especies
vivientes es ir en contra de la vida en general, habría luchas entre especies,
ninguna especie querría ser sostén de otras, etc.; y eso instintivamente lo
sabe el sistema psíquico intuitivo, árbol genealógico, o sistema de herencias
viviente.
La inventiva
Con las opciones del lenguaje se
mejoraron aun más las opciones inventivas, porque la mente ofrecía más
posibilidades de probar, de fantasear y de crear. Inventar es una forma de
probar posibilidades; las cuales pueden ser originales, fantasiosas, lógicas,
etc. Cuanto mayores sean las pruebas, mayores serán las posibilidades de crear
cosas nuevas, dependiendo de quienes efectúen esas pruebas: si las efectúa una
persona poco inteligente, poco inventará, ya que sus pruebas serán más bien
poco inteligentes o imitaciones.
Para ser un buen inventor hay que
tener muchas capacidades psíquicas. Hay que tener mucha sensibilidad, capacidad
de sentimientos adecuados para saber medir las sensaciones de bondad, maldad,
etc., con la mayor justicia posible; de esta manera se aprenden mejor las
experiencias de la vida, se aprende a saber medir mejor las lógicas de la vida.
Todo esto unido a una buena inteligencia (buen orden mental), a un pensamiento
fluido en indexaciones en forma de imágenes y orales, a una gran imaginación
heredada y a una buena cultura, harían de una persona un gran inventor.
Dotarle a una mente artificial
del poder de la invención, sería muy difícil o imposible, pues le haría falta
tener sensibilidad para sacar conclusiones sobre las lógicas de la vida, y un
robot no puede tener sensibilidad lógica para ello.
El sistema sensitivo no sólo
abarca la sabiduría de los propios seres vivos, sino que posee una sabiduría especial
o lógica que le permite sacar conclusiones lógicas sobre su entorno, a través
de la sensibilidad del pensamiento.
No obstante, podría ser posible,
más bien como un juego, probar con la mente artificial las posibilidades
inventivas que pueda poseer. Para ello, habría que proporcionar a la mente
artificial de los programas adecuados, de una gran cultura programada y de la
posibilidad de escoger a voluntad propia la opción de probar mentalmente
infinidad de opciones lógicas escogidas al azar, con preguntas y respuestas
programadas escogidas también al azar, para que luego tuviese la posibilidad de
ofrecer resultados lógicos en forma de lenguaje. Esta forma de probar infinidad
de opciones al azar le daría al robot la posibilidad de obtener tantos resultados
positivos como negativos lógicos. Con lo cual, a esos resultados lógicos les
harían falta personas que revisasen y estudiasen sus conclusiones. Tal vez,
algunas excepcionales respuestas podrían dar como resultado un invento. Esa
mente artificial, tal vez, no podría ofrecer conclusiones lógicas por sí misma
de sus resultados lógicos; para ello, quizás, necesitase la ayuda de una
persona; o tal vez, sí, con una serie de programas de conclusiones lógicas muy
complicados, podría el robot ofrecer conclusiones lógicas.
Proceso viviente
Es posible que dentro de nuestro
mundo mental exista otro mundo mental que nos controle sin darnos cuenta. No
sabemos todo lo que esconde nuestra mente, y puede que dentro de nuestra
inteligencia exista otra oculta que nos guíe o nos controle, y que se comunique
con el resto de inteligencias ocultas vivientes por medio de las herencias, o
por medio de los instintos, para así controlar todo un mundo viviente, el que
posiblemente haya creado. No sabemos todo lo que oculta el sistema viviente del
cual formamos parte. No sabemos el porqué estamos limitados a un tipo de
memoria que nos impide poder memorizar más aun.
No sabemos el porqué el resto de
animales tienen tan limitadas sus memorias, y que éstas parezcan impedirles poder
evolucionar más mentalmente. No sabemos por qué hay personas malvadas y sus
contrarias, parece que sea para que haya variedad, porque eso puede ser
positivo para la supervivencia, o para la propia evolución. No sabemos por qué
a veces hacemos lo que no debemos hacer o no hacemos lo que debemos hacer. No
sabemos el porqué estamos limitados a hacer ciertas cosas y ciertas personas
parecen estar destinadas al éxito. No sabemos si nuestro destino está
predestinado o nos lo buscamos nosotros, lo cual sería como una predestinación
nuestra. No sabemos tantísimas cosas, que cuando sepamos un poco nos
sorprenderemos de lo que sepamos. No lo sé, pero mi lógica lo intuye, existe un
instinto, una inteligencia oculta en todo lo viviente que controla a todo lo
viviente, y que esa misma inteligencia, invisible por nosotros, está enlazada
con nuestras memorias y a la vez enlazada con la memoria global de todos los
seres vivientes.
El mundo es un desorden con
tendencia al orden
La inteligencia es un orden, es
la tendencia a ordenar las cosas. Por todo eso, el mundo en sí es una
inteligencia, porque tiene tendencia al orden. El proceso viviente es una
tendencia al orden, es una inteligencia, lo cual significa que todo lo viviente
tiene una tendencia inteligente, jerárquica, ordenada, y por eso la evolución
viviente es una evolución ordenada, y por eso todo lo viviente está sujeto a
ese orden, y por eso el orden viviente no tiene más remedio que crear un mundo
viviente jerárquico, en el que la tendencia es que unos seres sirvan de apoyo a
otros seres en beneficio del orden, de la jerarquía; por eso los humanos
tenemos la tendencia a la evolución mental y el resto de seres vivientes,
debido al orden jerárquico tienen la tendencia a la no evolución mental, a
ocupar su sitio según el orden.
¿Y por qué ese orden y ese
desorden universal? El orden es la perfección, supongo que también es “la nada”
debido a la perfección de “la nada”.
Autor: Salvador Sánchez Melgar
Robots-humanos
Esta forma de evolucionar nos obligará a que en el futuro lejano seamos más robots-humanos que humanos, pero eso no será dejar de ser humanos sino evolucionar como humano de otra forma más evolutiva. A eso nos llevará la evolución y a través de ello nos haremos eternos. No hará falta nacer robot para seguir evolucionando como humanos-robots sino que será nuestra propia evolución la que dispondrá de medios para trasladar nuestro psíquismo a un robot sin perder nuestro yo. De esta forma seremos física y mentalmente superhumanos, ya que por ejemplo los brazos, piernas o cualquier parte física robótica serán más perfectos, útiles, fuertes, duraderos que nuestros brazos, piernas o cualquier parte de nuestro ser de carne y hueso. Además podremos reemplazarnos cualquier parte robótica por otras a medida que se deterioren, con lo cual, nuestra eternidad estará asegurada al no permitir un deteriodo físico. Solo será cuestión de trasladar nuestro yo psíquico a un robot ya preparado para ello. Mediante esas partes robóticas y su efectivo control por nosotros apenas sufriríamos dolor aunque no sería conveniente suprimirle totalmente las sensaciones físicas puesto que un cuerpo humano-robótico sin sensaciones sería muy inhumano. Todo eso se producirá porque eso es evolución y estamos hechos para evolucionar cada vez más y de la mejor manera posible.
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