jueves, 7 de marzo de 2024

Einstein y el tiempo

 




El tiempo y Einstein
Espacio tiempo. Pixabay


El tiempo y Einstein



( Continuación del artículo "Paradoja de Einstein")



Nada puede rejuvenecer

Llamase transcurrir dinámico, evolución, adaptación, transformación o envejecimiento, absolutamente todo es movimiento y todo se transforma envejeciendo, nada puede rejuvenecer.

Todo se transforma o envejece a una velocidad más rápida que la velocidad expansiva, ya que todo se mueve y existe como expansión.

Si algo puede transformarse o evolucionar a un ritmo dinámico propio es porque posee libertad de acción como es el caso de la vida. Sin embargo, la vida no puede permanecer permanentemente desconectada del tiempo ya que todo es tiempo en el espacio tiempo donde vivimos. Por eso la vida necesita descansar además de necesitar dormir, ya que todo eso le permite a la vida sincronizarse con el tiempo.

Pero no todas las especies vivientes pueden evolucionar igual, sólo puede evolucionar más que las demás la humanidad. Eso es así porque la especie humana posee una mayor libertad de acción que le permite inadaptarse más a la sincronización normal del tiempo. Las demás especies vivientes han perdido esa libertad de acción que posee la humanidad, han perdido esa inadaptación o lucha contra el tiempo porque se han adaptado al tiempo. 

Esa misma adaptación al tiempo que padecen todas las especies vivientes no humanas, también la padecieron y padecen toda la materia no viviente.

Eso es así, porque en el espacio tiempo donde vivimos, a través de los nacimientos de las estrellas, de las mismas estrellas surge constantemente una energía que evoluciona sin cesar como inadaptación al tiempo transformándose constantemente en existencias evolutivas. Osea que esa energía evoluciona así porque no se adapta a existir como existencia adaptada al tiempo. Y como si fuese una energía especial, esa energía inadaptada al espacio tiempo evoluciona porque no se puede adaptar a existir como tiempo.

De esa manera, esa energía estelar a medida que evoluciona transformándose constantemente en existencia evolutiva, crea todo tipo de existencias evolutivas que no se adaptan al tiempo. Pero también, a medida que crea esas existencias evolutivas, esas mismas existencias una vez creadas, dejan de ser existencias evolutivas, dejan de inadaptarse al tiempo transformándose en existencias adaptadas al tiempo, así nacieron los planetas, los demás astros planetarios, la materia, la vida y todo lo que existe como existencia en el espacio tiempo.

Esa energía evolutiva está destinada a originar constantemente existencias evolutivas, pero una vez originadas, como esa energía no puede dejar de crear existencias evolutivas, las creadas se adaptan a existir, tal y como han sido creadas  al ritmo impuesto por el tiempo, o sea que se adaptan a no evolucionar. 

Como no se puede vencer al tiempo porque todo en el espacio tiempo es tiempo, esas existencias a medida que se crean se adaptan al tiempo, así se originan todo tipo de materias posibles. Pero esa energía evolutiva que lucha contra el tiempo, que evoluciona así porque no se puede adaptar al tiempo es una energía inadaptativa que no puede frenar su evolución mientras exista la estrella a la que pertenece.

Ante esa incesante evolución de esa energía evolutiva también se crearon evolutivamente todas las especies vivientes, y se crearan en todos los sistemas planetarios siempre y cuando se creen evolutivamente los lugares adecuados para que pueda subsistir la vida.

Al igual que le sucedió a todas las materias estelares les sucedió a todas las especies vivientes que se crearon: después de sus correspondientes tiempos evolutivos,  se adaptaron a existir al ritmo del tiempo, y por eso ya no pudieron evolucionar más.

Solamente podían evolucionar las existencias que poseían esa energía especial que evolucionaba inadaptativamente porque luchaba constantemente contra el tiempo. O sea que esa energía evolutiva se inadaptaba constantemente al ritmo dinámico del tiempo y por eso no se podía adaptar al tiempo, y en su camino evolutivo inadaptativo dejaba adaptadas al ritmo del tiempo a todas las existencias evolutivas que creaba.

Esa energía evolutiva inadaptativa es la que permite que la humanidad se inadapte constantemente al ritmo del tiempo pudiendo así la humanidad evolucionar sin cesar, ya que esa energía evolutiva sólo la puede poseer la existencia más evolutiva, que es la humanidad.

Es esa misma energía la que crea las existencias más evolutivas a través de una inadaptación constante contra la adaptación al ritmo del tiempo, y a medida que las crea continua creando otra existencia más evolutiva dejando a las existencias creadas a merced del tiempo, o sea adaptadas al tiempo, y eso es lo que le ha sucedido a todo lo que existe en el espacio tiempo.

La humanidad no se ha adaptado al tiempo porque posee esa energía evolutiva inadaptiva al tiempo, con lo cual la humanidad evolucionará sin cesar inadaptándose al ritmo del tiempo, porque es la única forma de evolucionar y esa energía nunca dejará de existir mientras exista la estrella a la que pertenece.    



El tiempo y su dinamismo

Nada puede existir en un espacio tiempo con un dinamismo más lento que el propio dinamismo que posee el tiempo.

Eso es así porque nada puede moverse a una velocidad más lenta que la de la propia expansión universal, y todos los tipos de tiempos que existen en todos los espacios tiempo forman parte de la expansión universal, y por eso están inducidos a moverse  a la velocidad expansiva.

Con lo cual el tiempo no posee una velocidad propia porque la velocidad del tiempo es la inducida por la expansión. Realmente el tiempo no posee velocidad, el tiempo sólo es la sincronización dinámica de la existencia, y eso es mucho ser porque gracias a eso existe la existencia en el espacio tiempo.

Teniendo en cuenta lo dicho, todo lo que existe en el universo sólo puede alterar su dinamismo a una velocidad más rápida que la del dinamismo expansivo, o sea que la velocidad expansiva. Ya que a la velocidad que nos movemos, o se pueda mover cualquier cosa, hay que añadirle la velocidad expansiva, la cual no percibimos ya que todo se mueve de manera expansiva.


Velocidad, masa y constancia en el tiempo 

Velocidad, masa y constancia en el tiempo son proporcionales entre sí en la transformación o envejecimiento de la existencia.


Todo en el espacio tiempo está adaptado a existir con el dinamismo sincronizado del tiempo y con la velocidad expansiva a la que está adaptado todo.

Por eso, todo lo que sobrepase esa velocidad expansiva se desincroniza parcialmente del tiempo, es transformarse o envejecer más lento. Si la velocidad no es muy grande apenas se notará esa transformación o envejecimiento, pero si la velocidad es muy grande, como por ejemplo viajar a la velocidad de la luz, entonces esa transformación o envejecimiento lento será muy grande, será proporcional a la velocidad conque se viaje.

En realidad esa transformación o envejecimiento lento, ya que nada puede rejuvenecer, es una desconexión parcial a la sincronización normal del tiempo, o sea es dejar de adaptarse parcialmente al tiempo. Digo lo de parcialmente porque nada de lo que existe en el espacio tiempo puede desconectarse totalmente de la sincronización del tiempo, por eso esas desconexiones no son totales.

Quizás, si algo pudiese viajar a la velocidad de la luz o a velocidades superiores podría vencer al tiempo y salir del espacio tiempo, entonces ese algo dejaría de estar sujeto a la sincronización del tiempo. Entonces a ese algo le podría suceder dos cosas o dejar de existir porque nada puede viajar a la velocidad de la luz excepto la luz; o desintegrarse y transformarse en luz, es decir dejar de existir como existencia sincronizada por el tiempo adaptándose a ser existencia en forma de luz. Como dejar de existir no se puede, ya que dejar de existir es ser la nada y eso no puede ser porque la nada no existe; por tanto a ese algo que viajase a la velocidad de la luz, que es la máxima posible, sólo le quedaría la opción de transformarse en luz. 



Velocidad y masa de un ser viviente 

Una especie viviente pequeña como por ejemplo la de un mosquito, aunque se mueva a una velocidad muy rápida para su tamaño, como posee poca masa, su transcurrir dinámico como tiempo será muy rápido, envejecerá o se transformará muy rápidamente. Si ese mosquito tuviese la masa de un elefante y pudiese transcurrir a la velocidad que transcurre un mosquito,  entonces envejecería mucho menos. Envejecería proporcionalmente a la velocidad como transcurre su masa según la cantidad de  masa que posea. A todo esto hay que añadirle la constancia, cuanto más larga sea la constancia en la transformación o envejecimiento de algo más tiempo permanecerá con esa transformación o envejecimiento. Si los mosquitos dejasen de ser constante con su transcurrir dinámico dejarían de existir.

Con lo cual, a la proporcionalidad del transcurrir dinámico (más o menos rápido), a la masa y al tiempo hay que añadirle la constancia. 

Toda transformación o evolución de algo depende de la constancia, de la velocidad de movimientos y de la masa.  La constancia es tiempo y eso es fundamental en las transformaciones de las existencias.



El tiempo en las vidas

La vida se transforma o envejece más rápido que la materia no viviente porque la vida no está adaptada a una adaptación tan lenta como la de la materia no viviente.

La vida también es una adaptación al igual que la materia no viviente, y al igual que todo lo del espacio tiempo. Pero para adaptarse a existir como adaptación en el espacio tiempo hay que inadaptarse al tiempo. Cuanto mayor sea esa inadaptación al tiempo, esa desincronización con el tiempo, más se evolucionará. Por eso la vida evoluciona más que las otras existencias, ya que las vidas son vidas porque están más inadaptadas o desincronizadas con el  tiempo. Gracias a esa mayor inadaptación o desincronización de las vidas al tiempo las vidas poseen más libertad de acción.

Entre todos los seres vivientes el ser humano es el más inadaptado al tiempo, por eso es el que más a evolucionado.

Absolutamente todas las vidas poseen cierta libertad de acción. 

La libertad de acción de las vidas significa que se pueden desincronizar más del tiempo que las otras existencias que no posean libertad de acción, que serán las existencias no vivientes. Y cuanto más libertad de acción posea una especie viviente mayor será su desincronización con el tiempo, por tanto más podrá evolucionar.

La libertad de acción es lo que le permite evolucionar más a la vida. Pero la vida no puede desincronizarse permanentemente del tiempo ya que todo en el espacio tiempo debe sincronizarse con el tiempo, por eso la vida necesita descansar de ese esfuerzo inadaptativo. Y donde más puede una vida sincronizarse con el tiempo es durmiendo. Las plantas no necesitan dormir porque sus inadaptaciones o desincronizaciones con el tiempo son tan débiles que tienen margen suficiente para sincronizarse con el tiempo sin tener que descansar o dormir.

Ya que nada en el espacio tiempo se puede desincronizar totalmente, de una manera permanente, del tiempo porque el tiempo es como un imán permanente que atrae permanentemente a todo lo que existe en el espacio tiempo. 


Autor: Salvador Sánchez Melgar
http://evolucioninteligentesinfin.com



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